Artesanía y moda han ido de la mano desde tiempos inmemoriales. Ello es así hasta el punto de que una y otra se complementan recíprocamente. Acompáñanos para conocer cómo ha evolucionado esta relación desde el pasado hasta nuestros días.
La historia de la moda artesanal es tan larga como fascinante. De hecho, la figura del artesano y la del diseñador fashion muchas veces han confluido en una misma persona… y no es de extrañar. Al fin y al cabo, ambas profesiones comparten el gusto por la belleza y por las cosas bien hechas.
Artesanía y moda: juntas desde los albores de la humanidad
Inicialmente concebida como una necesidad primaria y siendo vista casi de inmediato como un objeto de deseo, la moda siempre fue consustancial al género humano. Resulta fácil entender que, al igual que sucedía con todos los demás sectores, la artesanía era la única forma de elaborar ropa y complementos durante la era preindustrial.
Desde los orígenes de la humanidad hasta el S. XVIII, la moda es vista como un auténtico arte, lo que la une indisolublemente con la artesanía. Fue entonces cuando se consolidaron los rasgos distintivos de la moda artesanal: productos únicos, estrecha relación entre el artesano y su obra, saberes que pasan de generación en generación, etc.
Como es de imaginar, ejemplos de este poderoso vínculo entre artesanía y moda en esta primera etapa los tenemos a montones. Algunos particularmente representativos son: las clámides (S. III a. C.), los mantones de Manila (S. VI.) o las alpargatas (S. XIII).
Industrialización: ¿El fin de la moda artesanal?
Con la Revolución Industrial (finales S. XVIII- mediados del S. XIX) se sientan las bases de lo que hoy conocemos como industria textil. En ella, la moda se ve más como un objeto de consumo que como una forma de arte, lo que lleva a producirla en masa.
La industrialización del sector textil permite fabricar grandes cantidades de ropa y complementos en menos tiempo y por un precio más bajo. Ello supone una durísima competencia para la moda artesanal, lo que merma considerablemente su pervivencia entre finales S. XVIII hasta finales del S. XX.
La irrupción del prêt-à-porter en 1950 parecía haber puesto el punto final a la relación entre artesanía y moda. La moda barata y estandarizada ganaba más y más adeptos frente a la haute couture (alta costura).
La industrialización de la moda llegó a alcanzar su máxima expresión en el fast fashion. Este movimiento se caracteriza por producir prendas o accesorios de baja calidad a precios extremadamente asequibles y con unas condiciones laborales muy deficientes.
Merece la pena reseñar que, incluso en sus horas más bajas, el gusto por la moda artesanal todavía estaba presente, siquiera de forma minoritaria. El amor por la naturaleza, por la tradición y por la calidad hizo que se siguiera estilando en diversos ámbitos fashionistas (como la alta costura francesa o el movimiento hippie).
La resurrección del fashionismo artesanal
A finales del S. XX, y cuando todo parecía perdido para los artesanos de la moda, surge un movimiento que propugna un retorno a los orígenes. Al fin y al cabo, el oscuro reverso de la industria textil comenzaba a ser más y más evidente: contaminación, desigualdad laboral, desaparición de técnicas ancestrales…
Al ser miembros de una sociedad mejor informada, los consumidores adquirimos fuertes compromisos en materia social o medioambiental. En consecuencia, los hábitos de consumo se vuelven cada vez más responsables. Esta tendencia se refleja en el creciente interés por el slow fashion.
Cambio climático, explotación laboral en el tercer mundo, deterioro de la economía local… Quienes adquirimos artículos de moda sabemos que está en nuestras manos solucionar tales problemas. Es por ello que estamos ante un resurgimiento de numerosas marcas de moda artesanal auspiciadas por la buena acogida de los consumidores.
Artesanía y moda se dan cita en Secret Loom
En Secret Loom nos enorgullece ser parte de esta nueva ola de fashionismo artesanal contemporáneo. De hecho, nuestros bolsos de estilo mediterráneo (como GARBÍ o XALOC) ponen de relieve la alta calidad que se consigue con el handmade 100% español.
Materias primas naturales, técnicas milenarias, producción nacional… Desde luego, los bolsos artesanales que creamos en Secret Loom son la viva muestra de que artesanía y moda están más unidas que nunca.
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